🇭🇺🇪🇸 Ladislao KUBALA 🌟 El Fichaje que Cambió la Historia del FC Barcelona 🏟️
Si hoy te pregunto cuál es el mejor
jugador de la historia del Barcelona, seguro que me dices el nombre de Messi pero si te
hubiera hace 20 años, no hubieras dudado en decir el nombre del protagonista de esta historia.
La Leyenda de hoy se convirtió en la primera estrella extranjera del fútbol español y
con su llegada a comienzos de la década de los 50 cambió la historia del Barcelona.
Su privilegiada técnica y sus increíbles goles transformaron la forma de jugar del equipo
catalán, que gracias a su aportación comenzó a acumular trofeos. Hoy en Memorias del Fútbol,
os contamos la historia de Ladislao Kubala, el futbolista que pasó de ser un refugiado de guerra
a convertirse en el ídolo de toda una ciudad.
Ladislav Kubala Stecz nació el 10 de junio
de 1927 en Budapest. Hijo de un albañil y futbolista eslovaco, László heredó de su padre su
amor por el fútbol y con solo 12 años ya jugaba con los juveniles del Ganz. Con 16 fichó por
el Ferencváros y, a los 17, ya había debutado en primera y ganado su primera liga húngara.
Tras el fallecimiento de su padre, Kubala emigró con 18 años a Eslovaquia, de donde procedía su
madre, y donde comenzó a jugar en Bratislava. A pesar de que "Laszy" había jugado 6 partidos
con la selección de Hungría, el origen eslovaco de su familia y su destacadas actuaciones le
permitieron obtener la nacionalidad checoslovaca y debutar con la selección de ese país.
En 1948 el jugador es reclutado nuevamente por la federación húngara y firma por el Vasas
de Budapest.
Sin embargo, esta vez la estancia en su país de nacimiento duraría muy poco.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hungría cayó en el bloque comunista y asfixiado
por el gobierno, Kubala decide exiliarse. Disfrazado de soldado ruso, el futbolista huye del
país junto con otros compañeros en un camión con matrícula soviética y, tras pasar la frontera
con Austria, inicia una odisea como refugiado. Hungría le declaró en busca y captura,
argumentando que era un delincuente y un estafador, y la FIFA le suspendió por un año
prohibiéndole jugar en ningún club profesional. Sin dinero y sin documentos, Kubala pasó
por momentos muy difíciles hasta que llegó a Italia, donde acabó instándose.
Muchos equipos italianos se interesaron en su fichaje pero las trabas burocráticas de
Hungría y la FIFA impidieron su llegada al Inter, o al Torino, que era el gran
equipo del país en ese momento. Paradójicamente su frustrado fichaje le salvaría
la vida ya que un año después, en 1949, el Toro sufrió un mortal accidente aéreo que provocó
el fallecimiento de todos los jugadores de la plantilla.
Kubala consiguió reencontrarse con su mujer y su hijo en Italia y,
ante la imposibilidad de jugar, crea junto y su cuñado y entrenador Ferdinand Daučík un equipo de
futbolistas exiliados que se llamaría "Hungaria". Conformado por futbolistas de diversas
nacionalidades el Hungaria juega partidos de exhibición por todo el continente y en 1950
llega a España.
Durante sus exhibiciones, Kubala estuvo a punto de fichar por el Real
Madrid, pero la negativa del club blanco de incluir a Daučík en su cuerpo técnico, frustró
su llegada al conjunto blanco. Poco después y, tras jugar contra el Espanyol enamoró con su juego
a José Samitier. La ex-leyenda del FC Barcelona y, en ese momento secretario técnico
del club, lo contrató de inmediato y, después de cumplir su sanción, Kubala debutó con
la camiseta azulgrana el 29 de abril de 1951. Ese año el Barcelona ganó la Copa del Rey e
inició una década triunfal con Kubala como principal figura. El húngaro se adaptó muy rápido
a la ciudad y, desde la posición de centrocampista ofensivo o delantero, demostró su exquisita
técnica, su potente disparo y su poderío físico. Pese a su larga inactividad en la alta
competición, Kubala evidenció que se mantenía en forma y, en su primera temporada completa,
marcó 39 goles con la camiseta azulgrana. El 10 de febrero de 1952, Kubala completó un
récord que ningún jugador ha podido batir, al marcar 7 de los 9 goles que marcó el
Barça frente al Sporting en un solo partido. Con el húngaro como líder, el Barcelona creó un
equipo de ensueño y ganó todos los 5 títulos en 1952 (La Liga, La Copa de España, la Copa Latina,
la Copa Eva Duarte y la Copa Martini & Rossi). En 1953 el régimen franquista le otorga la
nacionalidad española y, como el reglamento de la época lo permitía, se convirtió en
el único futbolista en jugar con 3 países. Con la selección española jugó 19 partidos y marcó
11 goles, aunque, como su gran amigo Di Stéfano, nunca pudo jugar una Copa del Mundo.
El
delantero argentino acabó jugando para el Real Madrid pero mientras se resolvía el
conflicto por su fichaje, entrenó y compartió delantera con Kubala en varios amistosos.
Además de destacar por su visión de juego, el húngaro se convirtió en un implacable
especialista a balón parado. Precursor de lo que posteriormente se conocería como "paradinha",
Kubala no falló un solo penalti en su carrera. Su gran golpeo de balón le convirtió en uno
de los primeros futbolistas que disparaban los golpes francos por encima de la barrera y su
depurada técnica enamoró a los aficionados culés. Todos querían ver al fenómeno magiar y, debido
a la gran demanda de entradas, el Barça tuvo que abandonar el viejo estadio de Les Corts
para construir el nuevo y gigantesco Camp Nou. Desde 2009 allí permanece una estatua de
bronce con la figura de Kubala que homenajea al primer gran ídolo mediático del club.
A pesar de su gran trayectoria, la carrera de Lazslo estuvo llena de contratiempos e
imprevistos. El húngaro superó hasta 19 lesiones y enfermedades, entre ellas una tuberculosis que le
produjo 'un agujero en los pulmones.
En un partido de Copa frente al Athletic fue capaz de jugar
con una "pata de palo" tras sufrir una triada y, pese a la multitud de problemas musculares que
tuvo, Laszlo firmó una carrera para la historia. Considerado uno de los mejores jugadores de
todos los tiempos, Kubala jugó dos partidos con una selección mundial de la FIFA en los
que anotó 3 goles. Con la camiseta blaugrana jugó 256 partidos y marcó 194 goles durante 12
temporadas. La estrella magiar ganó 14 títulos como barcelonista: cuatro Ligas (1952, 1953, 1959
y 1960), cinco títulos de Copa (1951, 1952, 1953, 1957 y 1959), la Copa Latina de 1952 y las Copas
de Ferias (antecedente de la Copa de la UEFA) en 1958 y 1960.
En 1961 estuvo cerca de levantar
su primera Copa de Europa pero la mala puntería y los postes cuadrados dele estadio de Berna,
hicieron que perdiese la final frente al Benfica. Después de aquella decepción el Barcelona
decidió prescindir de su Leyenda y, pese a que quería seguir jugando, Kubala
tuvo que iniciar su etapa como entrenador. En 1962 tomó el mando del banquillo
del Barça durante una temporada pero al finalizar su contrato sorprendió a todos
fichando por el eterno rival de la ciudad. 1 año después de su retirada Kubala se volvía
a vestir de corto para fichar por el Espanyol y compartir delantera con Di Stéfano, que
también acaba de ser despedido del Real Madrid. En el Espanyol continúa unos meses como
entrenador pero no acabará su contrato. En 1965 tuvo un breve paso por Zürich y más tarde
se marchó a Toronto pa ra despidiéndose de los terrenos de juego a la edad de 40 años.
En 1968
regresó a España, entrenó al Córdoba y un año más tarde se hizo cargo del banquillo de la selección
española. Kubala dirigió a España durante 11 años (1969-1980), convirtiéndose en el técnico más
longevo en la historia del banquillo nacional. Tras su periplo en la selección volvió fugazmente
al banquillo del Barcelona, donde fracasó por segunda vez. Entrenó durante 4 años en Arabia
Saudí y tras sentarse en el banquillo de Murcia, Málaga y Elche formó parte del equipo técnico
que ganó el Oro Olímpico en Barcelona 92. El 24 de abril de 1993 Kubala recibió el
homenaje de la afición en un encuentro entre España y Cataluña en el estadio Olímpico
.a Paraguay para dirigir a la selección guaraní. A sus 66 años mantuvo un excelente estado
físico, lo que le permitió seguir jugando al fútbol y hacer 50 km diarios en bicicleta.
En 1999 Kubala fue elegido como el mejor jugador de la historia del Barça, donde aún
permanece como cuarto máximo goleador de su historia. El fútbol ocupó toda
la vida de Kubala y el 17 de mayo del año 2002 falleció con 75 años en
Barcelona, la ciudad que le cambió la vida y sobre la que convirtió al Barça
en uno de los mejores clubes del mundo.